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Nahumita

Diseccionando la actual situación de España

Diseccionando la actual situación de España

 Contrariamente a lo que creen tantos hoy en día, cuando ven las terribles cesiones políticas a las que el inefable Gobierno de Zapatero está llegando para poder frenar los chantajes que ante su debilidad, todos los grupos nacionalistas le están planteando y muy especialmente el de los asesinos de E.T.A, la verdadera destrucción de España es más espiritual que física. Esa destrucción se debe a una lamentable y profunda falta de sintonía entre lo que es y siente el actual pueblo español, y la realidad de lo que ha sido España a lo largo de su historia. Es por ello que  no podemos pretender que se mantenga la unidad física de España, cuando no se respeta ni se ama su esencia histórica                        

Vemos que en España hay cada vez más apatía  ante los temas públicos ¿No es eso preocupante? En muchas ocasiones y especialmente cuando nos encontramos ante los poderosos, vemos que la justicia está empeorando y degenerando cada vez más hacia la dictadura del caciquismo ¿Por qué? Cada vez existen más crímenes violentos, más robos y más inseguridad en general. La corrupción se instala poco a poco en todos los niveles de nuestra sociedad y, si bien es cierto que hay muchísimos países que están peor que nosotros, eso no debe de cegarnos ante la evidencia de que en España, empezamos a deslizarnos cada vez con más fuerza por la cuesta de la delincuencia generalizada y de la ley del más fuerte ¿Cómo evitarlo?

 

La policía advierte de que la pederastia aumenta de forma realmente alarmante en la sociedad occidental y de que existen ya más de 4.000.000 de zonas en Internet de sexo con menores, así como de que cada día se crean más de 500 nuevos portales… estos datos son a nivel mundial, pero los exclusivamente nuestros, no son mucho mejores: En lo que va de año se han desarticulado al menos 10 bandas dedicadas a la pederastia (la última, con más de 200 detenidos, incluía violaciones anales de bebés) y lo peor de todo es, que mientras hace unos años la edad de estos repugnantes violadores se encontraba en torno a los 40 años, actualmente esa media se encuentra por debajo de los 25 años ¿Qué está pasando?

 

Destrucción de las familias (cada divorcio es siempre un fracaso social), desprecio hacia la infancia (nuestra tasa de natalidad es la más baja de del mundo), anulación del derecho a la vida del niño (más de un millón de nonatos asesinados legalmente en España), destrucción de la vida (fomento institucional de la eutanasia y de la vivisección de embriones)… ¿Quién quiere una sociedad que no respeta la vida de aquellos que no se pueden defender?

  

Lo cierto es que en la sociedad Española hemos introducido en estos últimos 40 años una serie de cambios que, si bien en algunos casos han sido positivos, en otros son claramente negativos:

 

La partitocracia desvirtúa nuestra democracia impidiendo la libre elección directa por parte de los ciudadanos, de aquellas personas que realmente merecen nuestro respeto, obligándonos a votar a las siglas de unos partidos que, por su falta de valores, cada día nos convencen menos. Para colmo, esos mismos partidos suelen coartar la libertad de conciencia de los representantes del pueblo, pues, si estos se oponen a las pretensiones de los que marcan las directrices de los partidos, saben que serán rápidamente apartados de sus cargos y puestos de responsabilidad. ¿Dónde está entonces nuestra cacareada libertad? ¿Es de extrañar que los grandes poderes fácticos puedan estar controlando a estas maquinarias dictatoriales y de poder en las que se han convertido los partidos con representación parlamentaria? ¿No tenemos los ciudadanos motivos para el hartazgo y el desánimo?

 

Vivimos en una pretendida sociedad de los derechos de la persona pero, aun obviando nuestra falta de libertades y la corrupción que se ampara en nuestro sistema político partitocrático, lo cierto es que las leyes protegen por igual al delincuente profesional, que a un honrado padre de familia ¿Puede haber justicia en algo tan injusto? Al delincuente se le trata con guante de seda, sea este un violador, un ladrón o un asesino, muchas veces se le da a su palabra tanto crédito como a la de la víctima y en otras, se ignoran los delitos y los crímenes anteriores del criminal. Para colmo, la ley cae con fuerza sobre la hacienda de cualquier persona honrada ante cualquier contratiempo legal que esta pueda haber tenido, mientras que los delincuentes no tienen prácticamente nada que perder. ¿La guinda? Una persona honrada no suele buscar subterfugios legales, ni está acostumbrada a la mentira, ni suele traer testigos falsos… se siente seguro de la bondad de la verdad y de su razón ¡pobre infeliz!

 

En cuanto a nuestros jóvenes ¿qué está pasando para que la edad media de los violadores de niños y bebés sea de tan solo 25 años? ¿No tendrá algo que ver la extrema permisividad que existe actualmente en la educación de nuestros hijos? ¿No tendrá algo que ver la apatía y el hartazgo que les produce a muchos de nuestros jóvenes el abuso del sexo desvinculado de toda responsabilidad y de todo atisbo de amor desde edades muy tempranas? ¡Y no olvidemos que amar es dar sin esperar nada a cambio! ¿No tendrá algo que ver el haberles educado desde la infancia en la idea de que el sexo es solo una  forma fácil de pasarlo muy bien? ¿Nos puede realmente extrañar que, obsesionados por el sexo desde los 12 o 13 años, a los 25 algunos de ellos estén hartos de todo tipo de coitos y quieran probar a tener relaciones cada vez más depravadas, egoístas, aberrantes y antinaturales?

 

Las primeras soluciones pasan por:

 

-La disolución del sistema partitocrático y la creación de un sistema mucho más democrático basado en listas abiertas, donde los partidos y los grandes grupos fácticos no puedan imponer masivamente sus criterios sobre diputados, senadores y concejales electos.

 

-Un notable agravamiento de las consecuencias penales para aquellos políticos, jueces, policías y demás servidores del Estado que delincan abusando o amparándose en sus cargos públicos, así como un fuerte endurecimiento de las penas para los delincuentes reincidentes, sin  olvidarnos de que el falso testimonio y los delitos contra la honestidad, deben de ser perseguidos realmente y duramente castigados.

 

-Debemos potenciar la defensa social y económica de la familia, y por último, la educación ha de volver a basarse en los modelos tradicionales que premian el esfuerzo, la disciplina y la honradez. La sexualidad ha de dignificarse y ha de volver a ser considerada como lo que realmente es, la puerta de la vida.

Debemos de reconocer la fuente de la que emana lo mejor de nuestra sociedad y, en consecuencia, se ha de volver a potenciar la educación religiosa cristiana o, en su defecto, la llamada educación en valores.

 

-La indefinida postergación de las anteriores medidas, ha de llevar inevitablemente a la paulatina degradación de nuestra sociedad y de nuestra civilización, actualmente infestadas con el veneno del relativismo y del egoísmo. Por el contrario, la culminación de los objetivos marcados, prepararía a nuestra sociedad para la consecución de nuevos y aun más grandes objetivos.

 

En cuanto a la más que incipiente balcanización de España… bueno, si realmente moralizáramos y recuperáramos los valores históricos de nuestra sociedad ¿qué sitio le quedaría en ella a los extremadamente engreídos, egoístas y miserables separatismos? 

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