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Nahumita

Tú compartirás mi vida

A todos nos gusta conservar nuestra libertad, poder salir según el propio antojo con una u otra persona, escoger el lugar de descanso este fin de semana, fijar los momentos que vamos a dedicar a los distintos programas de televisión.        De repente, irrumpe en nuestras vidas un amor que revoluciona todas las coordenadas en las que nos movíamos antes libremente. Es la experiencia del enamoramiento, en la que olvidamos las citas con los amigos, los programas preferidos e, incluso, el día de cobro en nuestra empresa (cosa extraña pero posible). Esa experiencia puede durar días, semanas o meses, y crea a nuestro alrededor sonrisas simpáticas de quienes notan nuestros despistes y murmullan la explicación más lógica: “Está enamorado”.        

Tal vez el conocimiento de la nueva persona (un chico, una chica, según sea el lado de la orilla en el que nos encontremos) ha causado toda una revolución en nuestro ser. Parece que la vida gira en torno a quien es ahora el nuevo centro del corazón, y un retraso, una omisión de la llamada telefónica, una cita que ha tenido que saltar por un compromiso imprevisto de última hora puede ser motivo de una inquietud que parecería ridícula si lo pensásemos fríamente, aunque a nosotros nos resulte la cosa más importante del mundo. La vida conduce a miles de estas experiencias, hacia un compromiso mayor. El noviazgo, una curiosa jaula que todavía deja abiertos muchos espacios a la libertad de cada uno, es una aventura apasionante, llena de esperanzas e ilusiones, de alegrías, de sueños, de profundidad. Pero no basta. Y el amor culmina cuando los dos, llevados por aquel impulso inicial que nació en un momento más o menos preciso del pasado, llegan al altar, y se prometen fidelidad y entrega para toda la vida y en todas las circunstancias.       

 Las líneas anteriores reflejan la experiencia de miles y miles de hombres y mujeres hasta un momento decisivo de la propia existencia, el del matrimonio. Con él se inicia una nueva fase en las relaciones entre el hombre y la mujer, mucho más profunda, mucho más rica, mucho más comprometedora, pero no pocas veces llena de mayores problemas para los dos. ¿Por qué ocurre esto, si en el noviazgo el amor parecía “fuerte como la muerte” e impetuoso como un torrente en crecida? Porque antes se vivía subyugado por el amor, pero siempre dentro del marco de la propia libertad, que no se sentía encadenada por unos compromisos que se convierten en algo definitivo, “hasta que la muerte nos separe”, al pasar la frontera de las bodas.        

El noviazgo no era una “rendición incondicional”, sino una entrega “provisional” de la propia libertad, hasta ciertos límites que aún estaban bajo nuestro control. Pero el amor iba cerrando el marco de la propia autonomía, y un día los esposos se ven en esa jaula, más perfecta (más cerrada), en la que la propia libertad parece haber desaparecido, “sin condiciones”. ¿Será verdad, entonces, que quienes se casan ya no pueden amar con la espontaneidad y la frescura que mostraban cuando eran solamente novios?        

La pregunta, por desgracia, nos viene ante tantos y tantos matrimonios que fracasan, ante tantas y tantas parejas de casados (y cansados) que soportan o sobrellevan, con un gran aburrimiento, el sucederse irrelevante de los aniversarios de bodas. Si antes del matrimonio el sonido del teléfono era capaz de levantar al uno o a la otra de la butaca en la que se veía una emocionante película, ahora parece que no dice nada el sonido de los zapatos en el umbral de casa, cuando llega la otra “media naranja” después de haber comprado algunos objetos para el hogar. La normalidad y la cotidianidad han puesto toneladas de polvo a un cariño que fue emocionante y vivo, y que ahora tiene mucho de inercia y de apatía.          

¿Cómo romper con esta situación? ¿Cómo avivar el fuego casi frío de unas brasas sofocadas por una gruesa capa de cenizas? Reinstaurando, como en los primeros días, el amor fresco y libre. Se trata de ver en el otro o en la otra a aquel corazón que un día robó el nuestro, no para encadenarlo y privarlo de la propia libertad, sino para englobarlo en una libertad superior, la del “nosotros”. Hay que aprender a renunciar, de vez en cuando, a un pequeño derecho (como cuando se estaba en el noviazgo) para ofrecer un gesto de cariño al otro.        

Hoy será él quien no acuda una tarde al club para poder salir de paseo con ella. Mañana ella preparará un pastel especial para la cena, aunque sabe que por eso tendrá que perderse un programa de la serie televisiva favorita. Y así miles de gestos de amor, de amor elegido incluso sacrificadamente. Ese amor alimenta, planifica, perfecciona la libertad y, así, a la persona, al esposo y a la esposa. ¡Extraña paradoja: renunciando soy más libre! Sí, porque es renuncia de amor, es elección de amor.  La plenitud de esas pequeñas renuncias se logra, de un modo muy especial, cuando se produce la apertura a aquellos nuevos inquilinos que, gracias al amor mutuo, llaman a las puertas del lecho nupcial y permiten a la pareja la aventura del saberse “papá” y “mamá”. Por primera, por segunda, por tercera... o cuantas veces Dios diga y nuestro amor lo permita...         

Son muchos los programas que se pueden lanzar para ayudar a encender en las chimeneas de nuestros hogares la chispa del amor fresco y joven (aunque se tengan ya más de 25 años de casados...). El más hermoso de ellos será el de un compromiso sincero y renovado por unirse en un “nosotros” que supere cualquier agujero de egoísmo y que abra a cada matrimonio a una mayor generosidad en el amor, como la que significa la acogida de cada nuevo hijo.

Antonio Mª Rouco Varela y la Democracia

El futuro del Estado democrático

Conferencia pronunciada por el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid. Una evidente preocupación de cara al futuro del Estado libre y democrático de Derecho.

 

La cuestión ética ante el futuro del Estado democrático
Según el cardenal Antonio María Rouco Varela

 

[Conferencia pronunciada por el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, publicada por el semanario Alfa y Omega, con ocasión de su investidura como  Doctor Honoris Causa por la Universidad CEU San Pablo, en un acto celebrado el  23 de junio de 2006:]



Permítanme, en primer lugar, manifestar mi más profundo y sentido agradecimiento al muy estimado señor Gran Canciller y, en su persona, a la querida Universidad CEU San Pablo, por el honor que me concede al investirme hoy como Doctor Honoris Causa. Quisiera expresar también mi gratitud al excelentísimo señor Rector por sus cordiales palabras de acogida, y al profesor don Dalmacio Negro Pavón, que ha tenido la delicadeza de ofrecernos una valoración de mi labor académica, especialmente en el campo de la Teología del Derecho, en la que ha ido más allá de lo que mi persona merece.

Desde hace muchos años, me he sentido muy unido a la Universidad CEU San Pablo, con lazos de amistad personal y, no en último lugar, por gozosas razones pastorales. Es un honor para mí, ciertamente inmerecido, a la vez que es una gran alegría el ser recibido en el Claustro de esta Universidad a la que seguiré prestando, desde ahora con más motivos, mi colaboración y apoyo.
Haciendo memoria de mi ya lejana dedicación universitaria, y ante el momento presente –al que tiene que mirar la Universitas–, me pareció oportuno, y, en nuestros días, urgente, llamar la atención sobre la necesidad de iniciar una reflexión acerca de la cuestión ética ante el futuro del Estado democrático de Derecho.

La evocación de la Historia

En el capítulo de la historia del Estado y de las teorías políticas que lo han sustentado en los dos últimos siglos, marcados por la Ilustración, la cuestión del control jurídico del ejercicio de la autoridad pública ha ocupado un lugar sistemáticamente preeminente. La superación efectiva de la idea y de la realidad misma del poder absoluto, propio de las monarquías europeas del Antiguo Régimen, había constituido el objetivo por excelencia del pensamiento y de la acción política de todos los ilustrados europeos, antes y después de la gran convulsión histórica representada por la Revolución Francesa. El instrumento conceptual y teórico-jurídico que se emplea, bien conocido de todos, es el de la teoría de la división de poderes –el legislativo, el ejecutivo y el judicial– y de su mutuo control, expresado en un nuevo ordenamiento constitucional del Estado. El posible significado de la conciencia moral en la forma de asumir y de ejercitar la autoridad, fuese por medio de las leyes, de las decisiones de Gobierno o de la jurisprudencia, quedaría relegado progresivamente a un plano sin relevancia positivo-jurídica, cuando no negado escéptica y/o irónicamente.

La concepción del poder político se autonomiza cada vez más como una categoría amparada, en el mejor de los casos, por la fuerza sociológica. El respeto a las exigencias más básicas y elementales de la justicia, tal como las percibían el sentido común y el instinto ético del pueblo, se creían y esperaban encontrar salvaguardadas a través del primado jurídico de la ley u ordenamiento constitucional, al que habrían de someterse todos los poderes del Estado, y del principio formal de la soberanía popular. No hizo falta llegar a las tragedias históricas del constitucionalismo centroeuropeo del primer tercio del siglo XX, del cual es ejemplo excepcional la Constitución de la República de Weimar, para que se llegase a la conclusión práctica de que no hay seguridades jurídico-formales suficientes que puedan impedir por sí mismas, automáticamente, las transgresiones y las crisis constitucionales. Ante las inmensas ruinas materiales, espirituales y morales que dejó detrás de sí la Segunda Guerra Mundial y su relativo fracaso histórico, desde el punto de vista de la derrota total de los totalitarismos políticos –la Unión Soviética los continuaría encarnando dentro de ella misma y en sus Estado-satélites durante cuarenta y cuatro largos y ominosos años, hasta 1989, si bien con intensidad decreciente–, la pregunta que se alzaba lacerantemente ante la opinión pública mundial, al filo de los años cincuenta del pasado siglo, era cómo salvar y garantizar un orden de justicia en todos los Estados u ordenamientos políticos capaz de librar al hombre de la violación sistemática de sus derechos más elementales, y a la Humanidad de la guerra y de la lucha del todos contra todos: de la terrible máxima del homo homini lupus.

Se creyó encontrar la respuesta en un nuevo desarrollo jurídico-positivo del Derecho internacional en torno a la Organización de las Naciones Unidas y a su Declaración Universal de los Derechos Humanos. El Estado democrático de Derecho encontraría su último y efectivo sostén en el Derecho internacional. ¿Habría finalmente triunfado la doctrina sobre el valor universal del derecho de gentes –del ius gentium– con la que los maestros de la Escuela de Salamanca responden en los siglos XVI y XVII al doble y formidable reto del descubrimiento del Nuevo Mundo y del nacimiento de los Estados nacionales, a renglón seguido de la crisis irreversible de la cristiandad europea? Tristemente, no. Los maestros salmantinos fundaban su teoría del ius gentium en el derecho y la ley natural, inscrita por Dios en el ser personal y social del hombre, y reconocible objetivamente por éste en el sagrario de la conciencia como una exigencia ética primordial. Las Naciones Unidas, en cambio, y las teorías políticas y jurídicas que las inspiraban no pretendían –ni parece que pretendan hasta el momento– superar el plano doctrinal y moral del puro positivismo jurídico, de la teoría pura del Derecho –la reine Rechtslehre– de Hans Kelsen.

El proyecto y el programa de las Naciones Unidas suponía, con todo, un avance considerable en el camino de la paz y de una nueva civilización digna del hombre; pero claramente insuficiente, como se ha puesto de manifiesto a la luz de lo que ha venido ocurriendo en el escenario político del mundo en las últimas décadas. En los umbrales del nuevo siglo y del nuevo milenio resulta inevitable hacer dos constataciones: los derechos fundamentales de la persona humana, especialmente los más significativos y decisivos, como son el derecho a la vida, a la libertad religiosa y de conciencia y el Derecho al matrimonio y a la familia, junto con el principio y el valor del bien común o, lo que es lo mismo, el postulado ético de la solidaridad, se encuentran en profunda crisis tanto en el plano nacional como internacional. Crisis que puede arrastrar consigo –quiérase o no– la crisis del Estado mismo de Derecho tal como fue surgiendo y consolidándose en la segunda mitad del siglo XX. Porque no se trata sólo de infracciones y de incumplimientos de sus contenidos básicos, cometidos y/o consentidos en la práctica con peor o mejor conciencia, sino de su puesta en duda intelectual y cultural, y hasta de su negación teórica. Es decir, nos encontramos ante su cuestionamiento no sólo de hecho, sino de su razón de ser: de su cuestionamiento doctrinal.

Presupuestos éticos, pre-políticos


Ya en los años sesenta del pasado siglo un famoso teórico alemán del Derecho, luego magistrado del Tribunal Constitucional de Alemania, Ernst Wolfgang Böckenförde, planteaba la pregunta de «si el Estado libre y laico –secularizado– no se alimenta de presupuestos normativos, que él mismo no puede garantizarse». Los ecos de ese interrogante han llegado con creciente resonancia hasta nuestros días: hasta el ya famoso diálogo Jürgen Habermas–Joseph Ratzinger, que tuvo lugar, el 19 de enero de 2004, en la Academia Católica de Baviera.

Ambos autores coinciden en que el Estado democrático de Derecho precisa para su subsistencia de fundamentos que trasciendan un desnudo formalismo jurídico, máxime en un momento histórico –que Habermas califica como post-secular– caracterizado por el hecho de que en las sociedades más prósperas, es decir, las euro-americanas, se está asistiendo a un fenómeno cultural sorprendente: el de que el dominio de las respuestas inmanentistas y agnósticas, en el debate intelectual y en la realidad social vivida, comienza a ser relevado por un pluralismo de visiones del hombre y del mundo en el que la religión ocupa un puesto creciente en la estima popular, aunque a veces aparezca planteada, más allá incluso de la metafísica, en forma de nostalgia o de búsqueda inquieta de una solución trascendente para los grandes interrogantes de la existencia, es decir: en la forma de una respuesta genuinamente religiosa.

La irrupción del fundamentalismo islámico en el marco social, político y cultural de las sociedades, otrora cristianas y luego laicistas, viene a reafirmar a los dos pensadores antes citados en la tesis de la necesidad de un proceso comunicativo y de formación de la conciencia pública en el que deben intervenir la razón y la fe al unísono y, consiguientemente, la experiencia secular y la vivencia religiosa de la vida para llegar a precisar los contornos éticos mínimos e irrenunciables de lo que significan los principios sustentadores de la dignidad de la persona humana, de sus derechos fundamentales y de sus deberes de solidaridad en función del bien común nacional e internacional. Para lograrlo, habrían de evitarse lo que Ratzinger llama las patologías de la razón –bien manifiestas en la historia social, política y cultural del siglo XX– y, también, las patologías de las religiones, patentes hoy, sobre todo en el fundamentalismo islámico.

Detrás del lúcido diagnóstico histórico y, sobre todo, del análisis del presente europeo, que emerge del diálogo de Habermas y Ratzinger, se esconde una evidente preocupación de cara al futuro del Estado libre y democrático de Derecho. Por parte de la opinión pública europea, especialmente de sus sectores dirigentes, ¿se ha caído en la cuenta de la nueva y agudizada aparición de esos factores intelectualmente y políticamente disolventes, a los que hemos aludido, capaces de poner de nuevo en peligro el orden jurídico construido sobre el respeto a la dignidad inviolable de la persona humana, a sus derechos fundamentales, anteriores al poder del Estado y a su ordenamiento constitucional, y sobre la defensa y promoción libre y solidaria del bien común?

De nuevo circulan y se propugnan teorías antropológicas y visiones del mundo y de la vida en las que no queda sitio, no ya para una tabla de valores normativos indiscutibles sobre los que fundamentar la convivencia y la cooperación social, sino que tampoco lo hay para una concepción o una idea elementalmente nítida de la verdad del hombre. ¿Qué es ser hombre? ¿Quién es hombre? ¿Cuándo comienza y en qué consiste el ser humano, la persona humana? Lo único que vale para estas nuevas antropologías sociales, de un positivismo y pragmatismo radicales, es el uso práctico de una metodología social que averigüe e imponga lo que conviene a los más fuertes; es decir, el método sociológico de la dictadura del relativismo, como denunciaba en su famosa y clarividente homilía de apertura del Cónclave en abril del pasado año el cardenal Ratzinger. El riesgo máximo para la subsistencia de un ordenamiento libre y democrático de la comunidad política llega cuando esa teoría del absoluto relativismo ético se constituye en doctrina justificadora de la actuación del Estado, dispuesto a convertirse en la última instancia de los principios normativos de la ética pública, cuando no de la moral privada. Si, además, trata de enseñarlos obligatoriamente a través del sistema educativo, por encima de los derechos de los padres y de los alumnos, el peligro resulta extraordinariamente preocupante.

Urgencias de la hora presente

Ante esta situación, la apelación intelectual y el reclamo social de reconstituir procesos y cauces de intercomunicación entre los grupos y agentes que crean pensamiento, formas de ver la vida y hábitos culturales –entre los que hay que contar ineludiblemente a las instituciones religiosas–, en orden al reconocimiento lo más amplio y hondo posible de los principios éticos y los valores normativos de los que depende la suerte del hombre y de la Humanidad, sobreponiéndose a las pretensiones del poder y de las veleidades y modas sociológicas, son de una urgente y vital importancia para el futuro de las sociedades europeas; y, no en último lugar, de la española.
En Europa –y, por supuesto, en España– parece evidente que los dos grandes protagonistas de ese imprescindible proceso de diálogo cultural en el amplio sentido de la expresión han de ser el pensamiento laico –que no el laicismo ideológico– y el pensamiento cristiano: situados ambos ante el desafío históricamente formidable del fundamentalismo islámico, que les afecta al menos por igual. Presupuesto jurídico y político ¡conditio sine qua non! para que este método dialogal pueda llevarse a cabo y fructificar en la configuración de la conciencia social y en el ordenamiento constitucional de la comunidad política, es el respeto escrupuloso al derecho a la libertad religiosa y de todas sus connotaciones individuales, sociales e institucionales, que incluyen y presuponen, naturalmente, la libertad general de opinión y de expresión públicas, salvo el límite último de las exigencias de lo que la tradición filosófico-jurídica más común llama el orden público.

Y, desde luego, si no se impone un freno dialéctico o se excluye expresamente el tema del debate y la discusión intelectual del problema, se llegará con toda seguridad –la que se sigue de la lógica más auténtica– a la cuestión de Dios como fundamento último del orden moral, en el que, a su vez, están insertos y descansan el Derecho y el Estado. Juan Pablo II, en su libro póstumo Memoria e identidad, una honda y comprometida reflexión teológica sobre la historia del siglo XX al hilo de la experiencia espiritual y pastoral de la propia vida, expresada en el género literario de la conversación –al filo de dos milenios, lo subtitula él–, llega al siguiente juicio sobre el racionalismo antropológico y jurídico inmanentista: «Todo esto, el gran drama de la historia de la Salvación, desapareció de la mentalidad ilustrada. El hombre se había quedado solo; solo como creador de su propia historia y de su propia civilización, solo como quien decide por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo, como quien existiría y continuaría actuando etsi Deus non daretur, aunque Dios no existiera. Pero si el hombre por sí solo, sin Dios, puede decidir lo que es bueno y lo que es malo, también puede disponer que un determinado grupo de seres humanos sea aniquilado. Determinaciones de este tipo se tomaron, por ejemplo, en el Tercer Reich por personas que, habiendo llegado al poder por medios democráticos, se sirvieron de él para poner en práctica los perversos programas de la ideología nacionalsocialista, que se inspiraba en presupuestos racistas. Medidas análogas tomó también el Partido Comunista en la Unión Soviética y en los países sometidos a la ideología marxista».

¡Un texto memorable para esa nueva andadura ética y religiosa que necesitan urgentemente Europa y, sin duda alguna, España! El futuro de la democracia libre y solidaria como marco cultural y jurídico para la construcción de una Unión Europea políticamente sólida y para el destino de una España unida humana, espiritual y socialmente, depende en una decisiva medida de saber volver a sus raíces cristianas, en diálogo abierto con el laicismo de la mejor tradición humanista, no ausente de la historia contemporánea de España, como no lo ha estado de la de Italia, con la que compartimos situaciones culturales, espirituales y religiosas muy semejantes. Véase, si no, la otra obra, fruto del diálogo entre el profesor Pera y el mismo cardenal Ratzinger, de mayo de 2004: Senza radici. Europa. Relativismo. Cristianesimo. Islam.

Martín Heidegger, el filósofo del intelectualmente más autosuficiente existencialismo, tenía que reconocer al final de su vida, en 1976: Nur Gott kann uns noch retten: Sólo Dios puede todavía salvarnos. Recurrir a la oración para despejar y abrir generosa y magnánimamente mentes y corazones, a la hora de proponerse sin demora y de alcanzar ese objetivo históricamente urgente e ineludible de poner renovados fundamentos éticos a la sociedad y al Estado entre nosotros, europeos y españoles del siglo XXI, es un medio al alcance de todos y de una probada eficacia.

+ Antonio Mª Rouco Varela

Ortega y Gasset

Aquí va un texto ejemplar de un filósofo, nunca político, que escribe como piensa: Ortega y Gasset. Leyendo a Ortega y Gasset, que buena falta le haría a más de uno, en sus Obras Completas tomo I, pág. 539 Ed. Tauro, hace referencia a un párrafo que un antiguo profesor de Historia de España de la Universidad Central, hacia 1912, escribió:
“Yo quiero ser español y sólo español; yo quiero hablar el idioma de Cervantes; quiero recitar los versos de Calderón, quiero teñir mi fantasía en los matices que llevan disueltos en sus paletas Murillo y Velásquez; quiero considerar como mis pergaminos de nobleza nacional la historia de Viriato y del Cid; quiero llevar en el escudo de mi patria las naves de los catalanes que conquistaron a Oriente y las naves que descubrieron el Occidente; quiero ser de toda esta tierra, que aún me parece estrecha, sí; de toda esta tierra tendida entre los riscos de los montes Pirineos y las olas del Gaditano mar; de toda esta tierra redimida, rescatada del extranjero y sus codicias por el heroísmo y el martirio de nuestros inmortales abuelos. Y tenedlo entendido de ahora para siempre: yo amo con exaltación a mi Patria, y antes que a la libertad, antes que a la república, antes que a la federación, antes que a la democracia, pertenezco a mi idolatrada ESPAÑA”.

E n honor a los que Aman a España

              REFLEXIONES

Los firmantes de esta reflexión sobre España somos un grupo de militares de la más variada procedencia y graduación, además de un grupo de mujeres, esposas y viudas del Ejército de Tierra, Marina o Aire, y otros adheridos pertenecientes a la gran familia militar. No tenemos otro procedimiento para hacernos oír que la publicación de este texto en los medios de comunicación que accedan a insertarlo. Todos tenemos en común la profesión, o relación con ella, y tres ideas fundamentales que llevamos clavadas en el alma: Dios, Patria y Ejército. En este grupo se incluyen nuestras familias con las que compartimos estos mismos ideales.

Vemos con auténtica tristeza que nada ni nadie se opone a la campaña que desde hace unos años se ha desatado sobre la sociedad española tendente a sacar a Dios del alma de nuestra Nación, del alma de las familias españolas. Obras de teatro blasfemas, películas insultantes para nuestras conciencias cristianas, tertulias que hacen burla de nuestra fe y programas anticristianos, son normales en cadenas de televisión estatales o autonómicas. No faltan tampoco las exhibiciones pornográficas ni los brutales ataques a la Iglesia Católica, en muchos casos subvencionados por entidades institucionales, como es la anual exhibición blasfema en la cabalgata del llamado  “Día del Orgullo Gay”. Nos entristece e indigna la actitud de los poderes estatales y autonómicos, y nos sorprende la actitud, en muchos casos, poco combativa de la Jerarquía de la Iglesia Española (Iglesia somos todos) que a veces parece temerosa de perder lo que algunos consideran privilegios, y que no son tales, porque obedecen a una tradición y a unos tratados firmados con la Santa Sede.

Las gigantescas concentraciones de fieles en las visitas del Papa muestran que gran parte de España sigue siendo católica, pero nosotros, católicos con “fe de carbonero”, comprendemos que no es fácil desenvolverse en un Estado que presume de laico militante y que trata de arrancar a Dios de las aulas de los centros de enseñanza, pero esta comprensión no nos impide pedir a la Iglesia una actitud más combativa. 

Nos parece, cuanto menos tibia, la actitud de gran parte de esta Iglesia Española ante la Historia reciente que engloba la mayor persecución religiosa de la historia de la Humanidad. Las declaraciones de algunos obispos y sacerdotes nos producen decepción y sonrojo ¿Cómo es posible que haya que mendigar de iglesia en iglesia para decir una misa en el aniversario de la muerte del Generalísimo Franco, que fue restituyó y reconstruyó sus templos, seminarios y bienes arrasados o saqueados durante una II República que hoy se pretende “santificar”?. ¿Han olvidado que ese régimen puso en manos de la Iglesia la educación de los jóvenes españoles? También queremos y necesitamos una actitud más valiente e incansable de la Conferencia Episcopal en temas  candentes, como el del institucionalizado crimen del aborto.España, nuestra Patria, está atravesando un momento seriamente delicado. La unidad de España, que tantos siglos y sacrificios necesitó para consolidarse, está en un serio peligro. El Estatuto Catalán encierra todos los “mimbres” para que en un futuro próximo el Principado de Cataluña se independice. El mismo camino lleva el futuro Estatuto Vasco. Uno y otro inspirados en falsas reivindicaciones y auspiciados por partidos separatistas, que en el caso vasco se agrava por hallarse detrás una organización terrorista. El reciente festival separatista que hemos visto en un campo de fútbol, ante las miradas condescendientes de los presidentes autonómicos catalán y vasco, y la nula reacción institucional, nos muestra la profundidad del pozo en el que estamos cayendo. Después llegarán los estatutos gallegos, valencianos, mallorquines, canarios... directamente “traducidos” del modelo catalán, estatutos a los que la derecha política se adhiere de forma suicida.

Nosotros creemos que nuestra Patria puede salvarse si los españoles despertamos de una vez y nos damos cuenta de lo que se está jugando España en manos de unos políticos profesionales que, sin mandato constitucional alguno, hacen de nuestro viejo solar el arcón de sus ambiciones de poder. Si en aquel año lejano en que se votó la actual Constitución Española se hubiera dicho que lo que se votaba iba a traer los lodos estatutarios actuales ¿se habría aprobado? ¿No ha sido el pueblo español engañado, por unos inconscientemente, y por otros con plena conciencia de sus objetivos disolventes de la denominada Patria común? Si en aquellos años se hubiera dicho que ofender a la Bandera de España no era delito, que esa Bandera iba a quemarse impunemente en ciertos estadios de fútbol o que iba a desaparecer de Ayuntamientos y hasta de plazas de toros de España, que se iban a arrasar los Monumentos a los Caídos... ¿se habría votado la Constitución? Nosotros mostramos nuestro disgusto, por decirlo de manera literaria y suave, y adelantamos que no admitiremos un final deshonroso para nuestra Patria.

España no puede desaparecer por arte de magia gracias a unos coyunturales profesionales de la política. La situación increíble a la que se ha llegado en las Vascongadas, y también en Navarra, de la que se quieren apoderar, así como el dejar hacer a los resentidos nacionalistas catalanes para hacer desaparecer “lo” español de nuestro Principado, es responsabilidad compartida de la derecha y de la izquierda parlamentarias. Hoy esa derecha trata de dar marcha atrás a sus errores pasados, pero indudablemente con notable retraso. Y también observamos con profundo disgusto algunos gestos incomprensibles y los descorazonadores silencios reales.

Calvo Sotelo, cuyo asesinato apenas si aparece en esa rara “memoria histórica” institucional, dijo que el Ejército era la columna vertebral de la Patria, lo que a algunos provoca una risa nerviosa, pero han pasado los años y la frase del diputado asesinado se ha mantenido incólume. Si esta columna vertebral de la Patria enferma, se reblandece o se pudre, la Patria se derrumba. Quizá sea éste el objetivo de muchos porque, pese a todo, la existencia del Ejército es una garantía para la existencia de España. Al Ejército se le ha amordazado de forma anticonstitucional, y se le ha convertido, además de mudo, en un ente sordo y ciego. No existe organismo ni institución oficial alguna en esta democracia que nos represente. Cualquier grupo o gremio, incluidos los emigrantes o los okupas, tienen medios que expresen o acojan sus aspiraciones o quejas libremente, sin cortapisas; el Ejército, no. El “Mando”, la denominada “Cúpula”, sólo interviene en temas de servicio, y de forma muy limitada, porque se ha dejado maniatar por el poder hasta el punto de no haber dejado oír públicamente su voz ante la maniobra desintegradora del Museo del Ejército; el abandono del de Montjuich a su propia suerte; la destrucción de placas y monumentos castrenses, posiblemente con recuerdos de sus propios padres o abuelos; el permitir sin mover un músculo el final precipitado del servicio militar obligatorio por razones exclusivamente electoralistas; cambiar los versos de un poema a los Caídos para no molestar a los nacionalistas… ¿Hará algo ese “Mando” cuando se ordene suprimir la Oración de los Caídos, las tradicionales misas en celebraciones castrenses o los ascensos por antigüedad? Por simple odio, o rencor no contenido, se ha ofendido y despreciado gravemente a la familia militar quitando el monumento ecuestre dedicado al Generalísimo Franco en la Academia General Militar de Zaragoza, de la que fue su primer director y modelo de virtudes militares. Gran parte de los que firmamos esta reflexión fuimos educados en esa Academia a la que prestigió y dotó de inmarchitable espíritu. Nosotros no vamos contra la disciplina, que defendemos porque nos consideramos libres, vamos contra la humillante sumisión sin más. La disciplina es algo más noble y más profundo. El Ejército debe y puede hablar.

El Ejército, hoy FFAA, es una carta en la baraja del juego político, pero el que tuvo retuvo, y gracias a sus reducidos y silenciados cuadros de auténticos profesionales de la milicia y del honor, vigilados y observados con antipatía y recelo por muchas instituciones del Estado, se mantiene la esperanza de que España no se desintegre. Ni la política partidista de los ascensos selectivos ni determinados altos cargos bien remunerados, podrán exterminar el espíritu de nuestros compañeros en activo que, a Dios gracias, siguen siendo una pesadilla para las tramas y planes antiespañoles vigentes. Confiamos en ellos y ellos lo saben.

Nos oponemos a la falaz campaña cainita de la “Memoria Histórica”, así como a la condena de un régimen que es Historia, nuestra Historia, y en el que servimos con lealtad y entusiasmo a España en el Ejército de forma generosa y sacrificada durante gran parte de nuestra vida militar. No aceptamos la inicua ley de “Memoria Histórica”,  que más que un absurdo intento de reescribir la Historia, es un gravísimo error cuyas consecuencias pagarán los sectarios legisladores con la recreación de las dos Españas, que es quizá lo que pretenden. No olvidamos que cualquier condena es una ofensa a nuestros ideales y a nuestras Hojas de Servicio, condena que ninguno de nosotros va a aceptar ni a tolerar.

Estamos con las víctimas del terrorismo, con las miles de familias destrozadas por una banda de asesinos. Todos los firmantes de estas reflexiones somos de alguna forma víctimas de ese terrorismo, pues son centenares los familiares y compañeros asesinados por servir a España hasta las últimas consecuencias. Son ya miles los muertos y mutilados cuya sangre demandará Justicia hasta el final de los tiempos. No se debe negociar con asesinos, porque consensuar una presunta paz con asesinos es una monstruosidad.

No somos nostálgicos porque defendamos nuestro pasado, nosotros miramos hacia el futuro, porque queremos que España vuelva a ser la Patria de todos los españoles con un horizonte limpio y con un destino común.                 RELACIÓN DE FIRMANTES DE ESTAS “REFLEXIONES” D. Martín Acha y de Aracama.-Coronel de Artillería-RD. José María Agudo Gómez.- Comandante de Infantería-RD. Angel Aguilera Cabrera.-Coronel de Artillería-R D. Luis Alarcón Echevarría.-Alférez Milicia UniversitariaD. Tomás Almazán Lasteri.-Coronel de Caballería-RD. José Aranda Sánchez.-Coronel de Caballería.-R                                                 Dña. Mª del Pilar Romero Quintanilla .-Esposa de Militar                         Dña. Mercedes Durango Ballester.-Esposa de MilitarD. Arturo Armada Sarriá-Cornel de Infantería-R D. Luis Artero Pamplona-Coronel de Caballería-R Dña. Aurora Ruiz Ballesteros.-Esposa de MilitarD. José Artieda Fernández-Tte.Coronel de .Infª-RD. Gumersindo Arroyo Quiñones.-Coronel de Infantería-R                                     D. Horacio Barragán Morillo.-Alférez Milicia UniversitariaD. Eduardo Bengoa Román.-Hijo de MilitarD. Antonio Benítez Martín.-Comandante de la Legión-RDña. Eloisa Berruezo Quiñonero.-Esposa de militar.D. Leandro Bueno Romero.-Capitán de Navío-R D. Luis Cabanas Rubio.-Coronel de Caballería-R                D. Francisco Cabrera Galdeano.- Capitán de Artillería E. Aux-RD . Salvador Cabrera Galdeano.- Tte especialista (artificiero)Dña. Ana Calderón Fernández.-Viuda de MilitarD. Teodoro Camino Caturla-Coronel de Infantería-R                                        D. Miguel Camino Caturla-Coronel de Infantería-RDña.Verónica Guillén Espí .-Esposa de MilitarD. Juan Diáñez Matabuena.-Coronel de Caballería-R D. José Miguel Cano de las Heras-Coronel de la G.C.-RD. Mariano Cañas Barrera.-Coronel de Infantería-R D. Jesús Careo Arija.-Coronel de Infantería-RDña. Rosario Echeverri Córdoba.-Esposa de MilitarD. Luis Carcaño Alonso-Cuevillas-Coronel de Ingenieros-RDña. Mª del Carmen García de Carellan y Vázquez- Esposa militarD. Rafael Caturla Sánchez de Neira.-Coronel de Artillería-R D. Camilo Carrero Blanco Martínez. Galinsoga.-Capitán de Corbeta-RDña. Ana Mª Pérez Rosales Egozcue-Esposa de Marino                                                                                              D. Pedro Cascajo Rodríguez.-Coronel Médico del AireD. Fernando Celdrán Ruano.- Coronel de Artillería-R D. José Centenera Montalvo- Coronel de Caballería-R                                                                   D. José Clemente Corodonera.-Coronel de Infantería-R             D. Pedro Cobo Gámez.-Coronel de Infantería-RDña. Carmen Cobo Fernández.-Hija de militar                 Dña. Alejandra Corona Valdés.-Viuda de Militar                          D. Luis Cortés Murube-Coronel de Infantería-R                                                                      Dña. Mª Luisa del Corral Caballero-Viuda de Militar                             D. Joaquín Chamorro Rivera.Coronel de Infantería-RDña. María Eugenia Martín Astruga.-Esposa de MilitarDña. Purificación Chamorro Rivera.-Huérfana de MilitarD. Rafael Díaz de San Pedro-Tcol. De Artillería-RDña. Rosa Maª Díaz Torres.-Viuda de MilitarD. Juan Domínguez Ramírez- Coronel de Caballería-R (+) D. Tomás Durango y Rodríguez Marquina.-Coronel de Caballería-RDña. Carmen Durango Ballester.-Esposa de Militar                                                         D. Félix Estrada Nérida.-Coronel de Artillería-R                          Dña. Ana Maria Estella Guerrero.-Viuda de Militar           Dña. Mª Teresa Fernández Quintana.-Hija de militar D. Jesús Flores Thies.-Coronel de Artillería-R                  Dña. Mª del Pilar García-Conde Gómez-Esposa de militarDña. Concepción Yagüe Lucas.-Viuda  de MilitarD. Miguel Forés Díez-Coronel de Artillería-R                                                                                                   D. Fernando Franco Soberado.-Sarg.1º Escala Básica Artillería-Reserva                             D. Manuel de Fuentes López.-Capitán de Intendencia-RDña. Rosa Mª Churruca Ojeda.-Esposa de MilitarDña. Mª del Mar Churruca Ojeda.-Familia de MilitarD. Antonio Gadea Pérez-Victoria.-Coronel de Artillería-R D. José García Alcalde.-Coronel de Infantería-RDña. María Colodro Cruz.-Esposa de Militar D. Adolfo García Calvo Rodríguez-Coronel de Infantería-R                                                         D. José Luis García-Conde Gómez-Coronel Armª y Constr.-R   Dña. Mª Mercedes del Castillo Beraza.-.Esposa de Militar D. Alfredo García de Moya.-Coronel de Artillería-RDña. Concepción García-Morato Gálvez.- Hija de militar D. Ramón García Granzón.-Coronel de Artillería-RD. Enrique García Sánchez-Coronel de Infantería-R                                         D. Julio Giménez Sánchez.-Coronel de Caballería-RD. Ramiro Guerra Gordo.-General de Brigada de DivisiónDña. Mercedes Bernal Ibarra.-Esposa de MilitarD. José Magín Guerra Reigosa.-Coronel de Infantería-R    Dña. Pilar González Marañón.-Viuda de MilitarDña. Isabel Zerolo González.-Hija de Militar              Dña. Mª José Escudero Pinos-Esposa de Militar D. César Goas Escribano.- Coronel de Infantería-R  Dña. Pola Rodríguez Ortiz.-Esposa de MilitarD. Fernando Gómez Vilaplana.-Coronel de Infantería-R D. Luis González Vidán.-Coronel de Infantería-R                D. Luis Hernández del Pozo.-Coronel de Infantería-R                           D. Rafael Hidalgo de Rivera.-Comandante de Ingenieros-RD. Manuel Jiménez Linares.-Coronel de Artillería-RD. Fernando Lechuga Serrano.-Coronel de Artillería-RD. Juan León González-Coronel de Artillería-R           D. Francisco Lomo Relloso.-Coronel de Artillería-RD. Nemesio López Espinosa- Coronel de Infantería-RDña. Rosario-Isidra Mendieta-Castillo Díaz-Moya.-Esposa de MilitarD. Gabriel López Viota de Barreto.-Coronel de Infantería-RD. José Mª Manrique Fernández.-Coronel de Artillería-R                                  D. Manuel Marquina López-Coronel de Infantería-R                                      D. José Antonio Martiniano Infante.-Comandante O. M.-RD. Luis Martínez Palomares.-Alférez Milicia  Universitaria Dña. Maruja Marina Dorolea.-Viuda de MilitarDña. Marina Iranzo Domínguez.-Mujer de MilitarD. Andrés Mateos Blanco-Coronel de Infantería-RD. Ramiro Mateus García.-Comandante de la Guardia Civil-RD. Emilio Matías González.-Coronel de Infantería-R (+)Dña. María Laura Martínez Narbona.-Viuda de Militar.D. José Antonio Mayayo Sañudo-Coronel de Artillería-RD. Pedro Mediavilla Cuyás.-Coronel de Caballería-RDña. Eulalia Bataller Gaspar.-Esposa de MilitarD. Carlos Meer de Ribera-Coronel de Caballería-RD. Carlos Melero Izquierdo.-Coronel de Infantería-RDña. Carmen Claudio de Pro.-Esposa de MilitarD. Manuel Miquel Servet- Tte.Coronel de Infantería-RD.  Enrique Miranda Saavedra-Coronel de Artillería-RD. Luis Montesino-Espartero Juliá-Coronel de Caballería-RD. José Antonio Muñoz Ramírez.-Coronel de Aviación-R                          D. José Mº Núñez García-Coronel Intendencia de la Armada-RD. Ricardo Pardo Zancada-Cmte.de Infantería (EM) separado del servicio D. Antonio Pastor Fernández-Coronel de la G.C.-RDña. Mª del Carmen Muñoz Lacaste-Esposa de militar D. Manuel de Pedro Esteban. Tete. Coronel de Artillería-R                                                             Dña. Mª Teresa Herrero Garrote.-Esposa militar D. Ángel Pérez Pinilla.-Coronel de Artillería-RD. Manuel Pérez Rojas.-Alférez  ProvisionalDña. Mª Begoña García Carrillo.-Esposa de MilitarD. Carlos Pérez Sauras.-Coronel de Artillería-R Dña. Mary Carmen Pérez Sauras.-Viuda de MIlitarD. Francisco Pou Andreu-Coronel de Infantería-RDña.  Mª Luisa García Vallarino Pérez Córdoba-Esposa militarDña. María Pou García Vallarino-Hija de militar D. José Luis Prada Ramírez-Coronel de Artillería-RDña. Filomena González Bertrand.-Esposa de MilitarDña. Mª Dolores Ramos Velasco-Esposa militarD. Miguel de Ramón Plaza.-Coronel de Infantería-RD. Angel Ramos Izquierdo.-Coronel de Artillería-R Dña. Mª del Pilar Raso Sotés.-Viuda de militar D. Antonio Reyes Mateo.-Coronel de Infantería-R                                                                                        D. José Rico Rico-Coronel de Infantería-RDña. Encarna Ribot Cueto.-Viuda de militar D. Arturo Robsy Pons –Hijo de militarD. Enrique Rodríguez Almeida.y López Pozas-Coronel de Artillería-RD. José Román Casaus.-Coronel de Infantería-RD. Juan Romero Escobar.-Coronel de Infantería-RD. Francisco Romero Jordá.-Coronel de Caballería-RDña. Ana Úbeda Sanchiz.-Esposa de MilitarD. José Ruiz Ballesteros-General de Brigada de Infantería-RDña. Mercedes Martínez de Medinilla Casanova-Esposa de MilitarDña. Inés González Bertrand.-Esposa de MilitarD. Juan Antº Sánchez-Bustamante y Páez .-Com.Cº.Jurcº.Armada(ES)         D. José Manuel Sánchez Guey.-Tte.Coronel de Infantería-R Dña. Mª del Carmen Sánchez Lorente.-Viuda de Militar D. José Luis Santos Tamariz.-Coronel de Caballería-RDña. Mª Mercedes Miner Lozano.-Esposa de MilitarD. Ramón Sendín Santos.-Coronel MédicoD. José Serichol Aguilera-Coronel de Infantería-RD. Vicente Serradilla Vallinas-Cap.CAAC-RD. José Luis Somalo Aznar.-Coronel de Caballería-RD. Pedro Soriguieta Goiricelaya.-Coronel de Caballería -RDña. Mª Pilar Ruiz Ballesteros.-Esposa de MilitarD. Eduardo Suances Belquivir-Coronel de Artillería-RD. José Sevillano Pérez.-Coronel de Ingenieros-RD. Antonio Tejero Molina.-Tcol. de la G.C-Expulsado Ejército por 23-F Dña. Carmen Díez Pereira.-Esposa de MilitarD. Fernando Tello Prado.-Coronel de Infantería-R                             D. Antonio Vallejo Saldo.-Comandante de Infantería-R D. Ambrosio Varela Soler.-Coronel de Infantería-RD. Antonio Villarroya Huertas.-Tcol. de Artillería-RD. José Mª Velasco Zuazola-Coronel de Caballería-R                                     Dña. Mª Teresa Tuduri Esnal.-Esposa de MilitarD. Pedro Velasco Zuazola-Hijo de militar                                   D. Andrés Vergara Vergara .-Tcol. De Artillería-R                D. Juan Carlos Yurs Arruga.-Alférez de la Milicia Universitaria  116+55= 171

Luz que rompe al andar y se pierde al mirar

  

Rojiza tarde otoño que avariciosa escondes tu belleza entre los montes esperando que el viajero no descubra tu agonía, ¡detén la puesta de ese Sol que se te escapa herido en sangre y fuego!, no permitas que te abandone, que con él, ¡se marcha mi esperanza!

 

Y tú, peregrino sin destino, ¿Cómo quieres encontrar una meta en tu futuro si solo miras al pasado? Te sientes triste porque viste esa luz y la perdiste… no fuiste capaz de perseguirla y ahora lloras su recuerdo, mientras esperas su regreso. Ay de ti, desdichado ¡Camina!, no detengas tu andar en el pasado y… ¡camina!

 

Mira al río en su carrera nunca terminada, nunca retenida… ¡qué repleto de vida pasa junto a ti y se pierde en la distancia!... deja que junto a sus aguas, se marche tu pesar.

 

Andas, vuelves a escuchar el sordo crepitar de las secas hojas desmenuzarse bajo tus pequeños pies y sabes, que son aquellas que antaño admiraste. ¡Qué lejos quedan ahora tus recuerdos!... sientes que se deshacen a tu alrededor, que se alejan poco a poco mientras se contrapone en tu alma un renacer y quizás, la esperanza en tu futuro.

 

Sigues progresando en el camino de tu vida y tras un primer paso llega el segundo, y tras el segundo un tercero y otro más le sigue siempre al último y con tu andar se aviva la esperanza y en la esperanza encuentras el consuelo que te lleva  a la alegría ¡¡¿por qué añoré aquella triste luz?!!

 

                       ¿Tan ciegos estaban mis ojos que no vi que su fuente eras tú?

 

Y sin darte cuenta que tus pasos son ya rápidos, y que de tan rápidos ya son carrera que te lleva  hacia la cumbre donde te espera esa fuente de color que es tu Sol… y piensas mientras ya se oculta el día… y llega la noche…    si …no … esperaste… demasiado… y te preguntas mientras tus sienes fuertemente palpitan sin cesar :

 

                          ¡¡¡¿Por qué no pude alcanzar al Sol!!!?

 

En el cielo de la noche, te acompañan las estrellas; luceros que por ti  se tiñen de tristeza al ver en tus ojos reflejada una única lágrima azul. Te sientes sola... ¡pero no lo estás!... ya te dije... ¡¡que te acompañan las estrellas!!

 

 

                                   Nahumita

Plan pro homosexualidad de la Generalitat, vulnerará los derechos y libertades de los catalanes

Alerta publicada en HO:  http://www.hazteoir.org/modules.php?name=Noticias&file=article&sid=3364


La Consellera de “Bienestar y Familia” de la Generalitat, Carme Figueras, junto con el responsable del programa gay, lésbico y transexual del Departamento de Presidencia, Márius Tárrega, presentaron el pasado 9 de octubre en Barcelona el llamado “Plan
interdepartamental para la no discriminación de las personas homosexuales y transexuales”.

  Dicho plan, amparándose y desarrollando los artículos 40.7 y 40.8 del nuevo “Estatut d´autonomía de Catalunya”, propone 76 medidas destinadas a positivar la homosexualidad frente a la heterosexualidad en todos los ámbitos de la sociedad, de las que, por no extendernos demasiado, destacamos solo algunas de ellas:

Las acciones de gobierno 4.d.1 y 4.d.2 de dicho plan, proponen al departamento de Educación y a las Universidades el crear recursos didácticos, medios audiovisuales y fondos documentales referentes a la homosexualidad y a la transexualidad, para “promover los referentes positivos y la visibilidad del hecho homosexual y transexual en el ámbito educativo de los colegios de primaria y de secundaria”. Lo que representará la conculcación de los derechos educativos de los padres y de los centros educativos, y es un claro intento de la Generalitat para adoctrinar a los niños en la ideología GLT (gay-lésbico-transexual),  lo cual  puede, además, inducir a la confusión sexual en muchos menores.

Entendemos que, para crear un entorno de continuidad Gay que siga influyendo en los niños aun cuando estos están ya fuera de los colegios, proponen incorporar e intensificar la presencia de la homosexualidad en los espacios culturales, tanto de la red pública como de la privada, apoyando y subvencionando espectáculos juveniles e infantiles (juegos, cuentos, talleres, marionetas, teatro…) que traten el lesbianismo y la homosexualidad desde las posiciones aprobadas por el radical movimiento GLT, lo que seguramente implicará, además, la negación de subvenciones a aquellas entidades del sector que rechacen dichos posicionamientos.

Para cerrar este círculo siniestro, proponen varias medidas jurídicas que, junto a otras en el ámbito de la comunicación, tratarán de amordazar cualquier planteamiento ético, moral, religioso, médico, psicológico o educativo, contrario a los postulados “progresistas” defendidos desde el entorno GLT. Sirva de ejemplo la acción de gobierno 6.c.1, que insta a “Solicitar al C.A.C. que conjuntamente con el programa GLT pueda elaborar un anuario de todas las informaciones con tratamiento homófobo que aparezcan. Dicho anuario será entregado a la oficina de defensa de la audiencia y al Síndic de Greuges”. Estamos pues, en el preámbulo de un grave atentado a la libertad de información y de conciencia de todos los ciudadanos de Cataluña que, sin duda, se intentará extrapolar en breve y como un gran avance “progresista” al resto de la Nación.

Este plan es igualmente  preocupante y perjudicial para las personas que padecen la homosexualidad, siendo clara prueba de ello el punto de partida de las propuestas del ámbito de la salud (pag.13 apartado “a”), que entre otras cosas dice que “se evitarán en cualquier caso las prácticas (médicas) lesivas o las terapias aversivas que pretendan modificar la orientación sexual”, lo que impedirá en el futuro el tratamiento médico o psicológico a aquellas personas que libremente deseen ayuda para abandonar la homosexualidad. 

Os propongo que mandéis la siguiente carta a los principales partidos políticos que se presentan a estas elecciones: 

Muy Sres. Míos: 

Habiendo llegado a mis manos información sobre el “Pla interdepartamental per a la no discriminació de les persones homosexuals i transsexuals” preparado por el “Departament de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya”, no puedo por menos que mostrarles mi más profunda preocupación sobre las consecuencias, claramente negativas, que de la aplicación del mismo se derivarán para toda la sociedad. Sirvan estos tres puntos como ejemplo: 

Es negativo para la infancia, pues claramente se busca distorsionar la percepción sexual del niño al magnificar brutal y artificialmente una realidad social muy limitada, como es la que padece la problemática GLT. Algo que puede llegar a confundir sexualmente a los menores, pudiendo llegar a producir en muchos de ellos, daños psíquicos y emocionales irreparables. Por descontado, se trata también de una grave ingerencia de la Generalitat en contra de los derechos educativos de los progenitores. 

Es negativo para la libertad de expresión, porque en su apartado  6.c.1, promueve, con la ayuda del CAC y del Síndic de Greuges, la autocensura y la persecución mediática y legislativa contra toda manifestación contraria a los planteamientos que defiende el socialmente muy minoritario colectivo GLT, con el evidente objetivo de “ahogar” todo planteamiento contrario a estos.   

Y es finalmente contrario a la libertad personal y a los intereses de muchas de las personas que padecen desequilibrios sexuales del entorno homosexual, a los que,  tal y como aparece en el preámbulo de las propuestas del ámbito de la salud (pag.13 apartado “a”), se les condenará, aun en contra de su voluntad, a no poder recibir tratamiento médico o psicológico encaminado a superar dicho estado. 

Por todo ello y por lo que de ataque a las libertades ciudadanas conlleva, les rogamos que hagan durante esta campaña electoral, público rechazo y denuncia del  “Pla interdepartamental per a la no discriminació de les persones homosexuals i transsexuals”, y que nos garanticen a nosotros, sus posibles electores, que en modo alguno lo aplicarán en caso de llegar a gobernar.  

Atentamente: 

Nombre y apellidos  

Dirigida a los principales partidos que se presentan a las elecciones catalanas:

CiU : a.mas.ga@ciu.info
PSC: info@socialistes.org
PPC: comunicacioppc@parlament.cat
ERC: gruperc@mail.bcn.es
ICV: info@joansaura.cat
Adelante Cataluña: info@12deoctubre.com
Familia i Vida: info@familiaivida.com
CIUTATANS: info@ciutadansdecatalunya.com

Documentación y enlaces sobre el tema:

Educación gay:  www.dawnstefanowicz.com 

http://servicios.larioja.com/tu_noticia/noticia.php?id_noticia=155

Programa GLT en la web de la presidencia de la Generalitat: http://www.gencat.cat/programaglt/

Estatut d´autonomia: http://www.gencat.cat/generalitat/cat/estatut/titol_1.htm   

Josep Miró i Ardèvol, Ex-Conseller y co-fundador de CiU

Don Josep Miró i Ardèvol nos recibe en su despacho, tiene 60 años y es ingeniero agrícola. Está felizmente casado y tiene dos hijos, Marc y Josep. Es nacionalista catalán. Su carrera política cogió fuerza a partir de 1974, cuando fue uno de los fundadores de CiU.  Ha sido conseller de Agricultura y asesor de Jordi Pujol.

Actualmente es presidente y fundador de E-Cristians, desde donde defiende la presencia del cristianismo en la vida pública. Por supuesto, es católico militante.

 Don Josep, ¿cuándo y por qué se creó e-cristians? 

Es a finales del año 2000 cuando apreciamos una diferencia muy acusada entre el fuerte dinamismo que la Iglesia y sus instituciones mantenían en la sociedad y la casi inexistente presencia  de los católicos en el mundo de la cultura, en los medios de comunicación o en el mundo de la política en general.

De la percepción de esta realidad, nació la necesidad de crear una organización que se caracterizara por tener como único objetivo el de transmitir los valores cristianos y en la que pudieran participar tanto cristianos a título personal, como organizaciones católicas de cualquier tipo. En consecuencia, e-cristians no es una organización que defienda una determinada sensibilidad dentro de la Iglesia, es un lugar de encuentro desde donde los católicos pueden actuar en la vida pública. Una corriente social organizada dentro de la sociedad.

 ¿Como y por medio de qué actuaciones esperan poder alcanzar sus objetivos? 

Deseamos aumentar la presencia viva de los católicos en la sociedad y para ello, aunque utilizamos mucho internet, nuestra forma de actuar es mediante la creación de organizaciones territoriales o sectoriales afines. Un ejemplo de ello fue organizar a los jóvenes dentro de e-cristians, o la creación de la “Asociación de Juristas Cristianos”. Vamos a seguir desarrollando  organizaciones en los distintos sectores de la sociedad que, junto a la organización territorial (como son las parroquias, las comarcas o los municipios), permitan una participación personal y directa de los cristianos en nuestra sociedad.

 ¿E-cristians es una plataforma transversal? 

 Somos una plataforma transversal porque hay gente que pertenece a tendencias políticas distintas y porque deseamos que los partidos no se impongan sobre los principios religiosos de sus militantes. Hoy por hoy, esto no es fácil, pues hay mucha gente para la que todavía pesa más su partido que su conciencia religiosa.

 ¿Pudo influir en ustedes la constatación de que la llegada al poder de un partido que reconocía sus raíces cristianas, prácticamente no aportó un mayor dinamismo  cristiano a la sociedad? 

Aunque influyó de una manera marginal, no fue el elemento desencadenante. Nosotros hicimos un diagnóstico de la sociedad donde constatamos la ausencia de los católicos en la vida pública. Pero es cierto que si hubiesen existido partidos políticos que representasen realmente la opinión de los cristianos, o una “Acción Católica” con fuerte presencia social, seguramente, no hubiéramos nacido.

 ¿Usted siempre ha tenido su fe católica como fuente de motivaciones? 

No, yo dejé la práctica religiosa más o menos a los 17 o 18 años y no la retomé hasta cerca de los cuarenta. Durante esos años, la religión fue para mí como para mucha gente de ahora, un hecho absolutamente secundario.

A pesar de que en un principio milité en un partido de inspiración cristiana como es  “Unió Democrática”, y de que me sentía muy interesado por la experiencia de los “cristiano demócratas” alemanes,  lo que motivó mi entrada en la política fue la situación de Cataluña, la libertad de expresión y la construcción de la democracia. En los años 60, el elemento cristiano sobreabundaba en la sociedad franquista. Esa presencia social cristiana siguió muy presente al inicio de la democracia, pero fue perdiéndose especialmente en estas dos últimas décadas.

  ¿Por qué cree que se ha producido ese declive tan rápido de  nuestra sociedad ¿no tendría quizás sus raíces precisamente en esos años 60? 

Yo creo que ha sido la combinación de dos factores que en España han entrado con retraso pero con mucha fuerza.

Uno que afecta a todo occidente, es la revolución del 68, que comportó la ruptura con los valores tradicionales y religiosos y que en España se implanta ya pasados los primeros años de la transición. Mi generación vivió y es heredera de esa época.

El otro, es la debilidad del catolicismo español, entendiendo esta debilidad como la falta de una capacidad de ser una presencia atractiva en la sociedad. Capacidad que sí encontramos en el catolicismo italiano e incluso en el francés, quizás porque vivimos durante mucho tiempo en una situación en la que no teníamos competencia, adoleciendo en consecuencia, de capacidad de convicción y de dar respuestas.

 ¿La sociedad católica estaba adormecida por el franquismo? 

Sí, yo creo que el franquismo hizo mucho daño a la Iglesia de diversas formas. Una de ellas fue adormeciéndola y otra, el que se la relacionara con un régimen político que coartaba las libertades. Esa asociación fue utilizada como argumento para olvidar el importantísimo papel que la Iglesia desempeñó durante la transición e incluso antes y sin el cual, la transición no hubiese sido posible.

Lo anterior explica un hecho singular, que el gobierno de Zapatero pueda  transformar España en un país único en el mundo. Cuando se citen países que estén en la RUPTURA  de la sociedad tal y como la hemos conocido hasta ahora, ya no podremos referirnos a Holanda o Bélgica, tendremos que citar a España. Esto será así porque España habrá introducido los elementos destructivos para la sociedad que tienen estos países y será el único que los incorporará todos, junto a otros aun inéditos.

El divorcio que desea legislar el gobierno socialista es insólito en el entorno europeo, asemejándose a la figura del REPUDIO tal y como existe en la CULTURA MUSULMANA. Salvo que en el caso de los mahometanos, solo el hombre tiene derecho a ejercerlo en contra de la mujer.

De Gran Bretaña vamos a copiar lo más destructivo en cuanto al uso de embriones humanos.

De los dos modelos de matrimonio homosexual que existen en el mundo, cogeremos el holandés, que es el más agresivo y así en cada asunto.

Cuando lo socialistas franceses desarrollaron su ley de parejas de hecho, que no es otra cosa que un contrato de convivencia tanto para heterosexuales como para homosexuales, se realizó en su contra una de las mayores manifestaciones sociales jamás vistas en Francia, que fue presidida por miles de alcaldes. Cuando el gobierno francés la llevó por primera vez al parlamento,   no la pudieron aprobar a pesar de tener mayoría absoluta, porque, contrariamente a lo que hicieron los diputados de la oposición, muchos socialistas se ausentaron por motivos de lo más variopinto. Y por supuesto, hubo grandes polémicas en los periódicos.

Es sorprendente que en España se quiera legalizar una cosa que resultaría inimaginable en la misma Francia, que es la cuna del laicismo, ¡y aquí parece que no pasa nada!

 ¿No puede esa falta de reacción social ser debida  a la concentración de medios en torno al PSOE y del miedo que sienten los restantes medios ante el poder de los primeros? 

Si, puede ser, pero también es debido a la falta de conciencia de los propios católicos. Hay una diáspora católica. Hay gente que dice reconocerse como católico, pero que en realidad, defiende posiciones contrarias a nuestra fe, teniendo como “deporte” el “cargarse” desde dentro a la propia Iglesia. Lo peor es que, aun descartando a los anteriores, hay una gran fragmentación y una gran falta de unidad de propósito entre los católicos.

 ¿Cuando menciona a gentes que se dedican a destruir a la Iglesia desde dentro, se refiere a asociaciones como “Juan XXIII”? 

Si, exactamente. Es un hecho inimaginable en cualquier otro contexto social, sea asociación, partido político o empresa. En cualquiera de estos se les hubiese expulsado por sus infidelidades. Ninguna organización podría resistir que un grupo de personas organizadas desde dentro, de manera pública y sistemáticamente, se dedicaran a contradecir y tergiversar todo lo que ocurre en su propia “casa”. No existe otro ejemplo en todo el ámbito humano, es insólito. Esto solo pasa en la Iglesia católica.

 ¿Qué opina de la ILP (Iniciativa Legislativa Popular)? 

La ILP demostrará que tenemos presencia social y capacidad de acción. Es en sí misma, una movilización social. Pero no es suficiente, nos falta mucho dinamismo, mucha práctica y mucha formación para poder alcanzar la presencia y la participación social que nos corresponde. Falta capacidad para encontrar argumentos, muchos católicos no entienden lo que es el matrimonio ni su vinculación con la paternidad. No saben explicar que el matrimonio tiene sentido en cuanto que es generador de una paternidad y la paternidad. En caso contrario, no tendría esa protección social que ha tenido siempre y en todas las culturas.

 ¿No hemos permitido los propios católicos que se separe la sexualidad de la paternidad y no es quizás esa, una de las razones de la actual confusión? 

Si, eso es porque no hemos sabido transmitir a la sociedad el conocimiento de donde radica la felicidad del hombre. Debido a ese desconocimiento, el hombre busca la felicidad en una “satisfacción” más o menos inmediata y fácil de adquirir.

Una dificultad añadida para los católicos es que hemos de salir a la calle para hacernos presentes y para mostrar nuestro desacuerdo, pero a la vez, la Iglesia institucional ha de mostrar su faz más acogedora para poder recoger a todos los heridos de nuestra sociedad. No necesitamos una Iglesia “en pié de guerra”, lo que necesitamos es un pueblo católico decidido a actuar con inteligencia, con decisión y con energía.

Tenemos una sociedad sufriente donde los padres no saben educar a sus hijos y donde los jóvenes se suicidan por culpa de una violencia que se extiende cada vez más o porque se hunden en la droga. Una sociedad donde cada vez tenemos y necesitamos más policía y más jueces. Una sociedad donde las necesidades básicas están sobradamente cubiertas y donde, a pesar de todo, reina cada vez más la insatisfacción.

La Iglesia debe acoger a toda esta gente que sufre y debe saber transmitirles el sentido de nuestra fe.

 Usted lleva su fe católica por delante de su afiliación política, eso lo demostró declarando públicamente su decisión de no votar al candidato de su partido durante unas elecciones o cuando prefirió renunciar a su puesto como portavoz de su coalición en el ayuntamiento de Barcelona para poder dedicarse plenamente a e-cristians. ¿Es tan importante e-cristians? 

Sí, porque tenemos el convencimiento de que los partidos son incapaces de dar una respuesta a las necesidades reales de la gente y además (y como fundador de e-cristians), era deseable que yo no tuviese una afiliación política muy marcada, para que e-cristians no acabase pareciendo como una operación de un determinado partido político.

La política tiene hoy un porcentaje muy alto de “esterilidad”. Si eliminamos de los periódicos las trifulcas y discusiones que no son otra cosa que “la política de la política”  y nos quedáramos solo con las críticas y las respuestas que realmente afectan a la vida de las personas, veríamos que el vacío político es brutal. Esto se produce porque realmente NO TIENEN RESPUETAS. Los problemas que hoy tiene la gente, son problemas vinculados a la vida y no son fáciles de resolver. En consecuencia, se simplifica y se toman medidas absurdas como el que se aprobara en su día y casi por unanimidad, que el código penal español situase la edad de emancipación sexual a los 14 años, a pesar de seguir siendo sus padres los responsables del menor en todo salvo en eso, lo que significa que un padre o una madre no pueden oponerse a que un hijo tenga las relaciones sexuales que quiera,  por ejemplo, con un hombre o una mujer de 40 o 50 años.

 ¿Cómo se llegó a semejante incongruencia? 

Porque llegaron a la conclusión de que los niños mantenían relaciones sexuales a partir de dicha edad y solo se pensó en las relaciones “chico-chica” y en que era mejor plasmar esa realidad social. Esta es una muestra de la INCAPACIDAD DE LA POLÍTICA PARA DAR RESPUESTAS A LA SOCIEDAD: Como la norma que había chocaba con una realidad que no era positiva, cambiaron la norma para aceptar aquel hecho negativo. Genial.

 Los partidos adolecer de falta de contenido y de confesionalidad.  ¿No cree que parecen estar dispuestos a seguir a la sociedad allí donde esta quiera ir, en vez de aportar ellos unos valores y una determinada forma de estructurar esa sociedad? 

Debería de ser al revés, pero yo no diría que todos están tan desprovistos de contenido.

El partido socialista, que es un partido “radical liberal”, (una especie de reencarnación de los partidos radicales que en su día eran anticlericales y hoy son antirreligiosos), mantiene una agenda laicista y de transformación de la sociedad muy marcadas. Desean construir una sociedad “de género”, una “homosociedad” que practique además, la exclusión religiosa.

En cuanto al Partido popular, tiene una política muy clara tanto en lo económico, como en lo internacional. Pero no tan definida en cuanto a los valores morales.

El déficit está en lo moral y precisamente lo que le ha dado el éxito a Bush en los E.U.A., es lo que no cuenta en la política española: El 79% de los que han votado a Bush, afirman que su defensa de los valores morales ha sido determinante para la decisión de su voto. Mientras que solo el 19% de los votantes de Kerry opinan lo mismo.

 ¿Qué objetivos se han marcado en e-cristians para el congreso que van a realizar en Barcelona estos próximos días 19 y 20 de Noviembre? 

Deseamos implantar la organización en toda España mediante la realización de una serie de congresos en cada una de las comunidades. E-cristians nació en Cataluña y a pesar de que tiene gente trabajando en otros lugares de España, se necesita realizar un esfuerzo para su propagación. También nos preocupa el momento en el que vivimos, donde ya se han sobrepasado todos los límites y ha llegado la hora de actuar.

 Don Francisco Caja, profesor de la Universidad de Barcelona, ha sido agredido por unos encapuchados. Se va a realizar esta tarde un acto de desagravio en la misma universidad. ¿Qué opina usted de que a los no nacionalistas se nos niegue la libertad de expresión en Cataluña? 

Me parece fatal. Siempre me parece fatal que alguien no tenga la posibilidad de expresarse con libertad. También parece que hay una omisión importante por parte de la propia universidad y de su autoridad. Posiblemente esto no hubiera podido pasar en otra universidad catalana.

 Pues también sucedió algo semejante en la Universidad Autónoma. 

Sí, pero Cataluña tiene muchas más universidades, tiene 12.

 Parece ser que el problema está especialmente en las públicas. 

También son las más masificadas, lo que ofrece una dificultad de control añadida. En todo caso, que la gente no pueda expresar lo que piensa, es algo que merece mi más rotunda condena. Pero a algunos de los que vienen a este acto, deberíamos pedirles que estos sentimientos de solidaridad en lo nacional, también los mostrasen cuando de lo que se trata es de combatir la discriminación por creencias u opiniones religiosas, pues alguno de ellos se caracterizan por ser absolutamente intolerantes en lo religioso, como es el caso de Fernando Savater, que insulta y se ríe de los católicos. Y es una pena, pues la defensa del hecho religioso es importantísima por ser el germen que encierra todas las demás libertades.

Ha sido un placer entrevistarle para Alba

 

LA EDUCACIÓN Y SUS ETAPAS

 Padres e hijos 2 , la educación y sus etapas

Las necesidades de nuestros hijos van a ir cambiando a medida que van creciendo. Nos parece lógico ir variando y ampliando los alimentos que toma, sus juguetes, o las horas en las que estudia, pero incomprensiblemente, muchos padres mantienen una misma pauta educativa durante toda la infancia y juventud del niño. 

Educar a un hijo es conseguir que actué dentro de unos parámetros aceptables frente a una determinada situación y la disciplina, es la presión que ejercemos sobre ese niño para que actúe dentro de esos parámetros aceptables.

 

Pongamos un ejemplo: Es común que un niño no desee comer verduras hervidas, sin embargo, sabemos que estas son muy necesarias para su alimentación. Podemos prescindir de darle brécol, si es que le produce verdaderas nauseas, pero no podemos permitir que deje también de tomar acelgas, espinacas, col, zanahorias y judías tiernas. Debemos ir dando a conocer nuevos sabores y nuevas texturas al paladar del niño para que se habitúe a probarlo todo, de forma que más adelante pueda comer de todo. Para conseguir que tome verduras, podemos obligarle siempre, a tomar al menos un par de cucharadas completas de cualquier plato que le pongamos para comer. Es muy probable que al principio se niegue en redondo, pero el truco está en convencerle de que haga lo que haga, se las va a tener que tomar. En este caso, educar será conseguir que acepte comer las verduras hervidas y la disciplina, será la autoridad que tengamos que ejercer  para doblegar la voluntad del niño (no darle postre si no se lo acaba, mandarlo a la cama sin cenar...).

 

Una vez definido el concepto de educación, podemos pasar a diferenciar sus etapas. Las etapas educativas varían progresivamente en consonancia a la maduración del niño y guardan estrecha relación con la disciplina paterna. Se resumen en una frase:

 

EN LA PRIMERA INFANCIA, LE ORDENAS, EN LA NIÑEZ, LE EXPLICAS Y EN LA JUVENTUD, LE PROPONES.

 

La primera infancia abarca los primeros años de vida, en los que el niño es absolutamente egocéntrico y termina entre los tres y los cuatro años. En esta etapa deben de aprender los conceptos de autoridad y obediencia, el niño NECESITA la orden taxativa, sin paliativos, pues difícilmente comprenderá lo que no le es inmediato. La subordinación de sus deseos a las imposiciones paternas, le prepara (entre otras cosas), para aprender a dominarse y empezar a desarrollar sus capacidades reflexivas,  lo cual, más adelante, le permitirá aceptar con mayor facilidad los consejos paternos e incluso, los reveses de la vida. 

 

Hacia los tres años de edad y de forma paulatina, iremos variando nuestra pauta de conducta educativa y aunque seguiremos imponiéndonos, le iremos dando explicaciones del motivo por el que deseamos que haga o no haga tal cosa, con lo que le ayudaremos a comprender y valorar.

 

Finalmente, hacia la pubertad (entre los 12 y los 15 años), cuando consideremos que ya ha madurado lo suficiente, seguiremos explicándole cómo deseamos que actúe y el por qué deseamos que actúe de esa determinada manera. Gradualmente le iremos permitiendo ir tomando sus propias decisiones, recordándole que obtener la capacidad de decidir, implica la obligación de aceptar las consecuencias de esas decisiones.

 

No será fácil para nosotros ver como se hacen independientes, debemos ser francos y exigentes con ellos, enseñarles a ser sólidos como una roca, exigentes con ellos mismos, pero humanos y comprensivos con los demás. 

Nuestros hijos han de saber que estaremos a su lado siempre que necesite un consejo, pero ahora son ellos quienes deciden y quienes deben de asumir las consecuencias de sus decisiones.